El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se aplica en España. Se trata de un impuesto que grava la transmisión de bienes y derechos que suponen un cambio en la titularidad de los mismos, como pueden ser la compraventa de inmuebles, la transmisión de vehículo o la cesión de derechos de propiedad.

En España, el impuesto de transmisiones patrimoniales se regula a nivel autonómico, por lo que su aplicación y regulación varía según la comunidad autónoma en la que se produzca la transmisión. No obstante, en general, el impuesto se calcula en base al valor del bien o derecho transmitido y se aplica un porcentaje sobre este valor, que oscila entre el 6% y el 11%, dependiendo de la comunidad autónoma.

En Andalucía, por norma general, este impuesto suele ser un 7% del importe de compraventa. No obstante, este impuesto está sujeto a variaciones, siempre y cuando, la parte interesada pueda acogerse a cualquiera de las bonificaciones que ofrece la Junta de Andalucía.

La más común es cuando la parte compradora, es menor de 35 años, el importe es inferior a 150.000 euros, es primera vivienda y será destinada a residencia habitual. Cumpliendo estos requisitos, los compradores podrán acogerse a una reducción del ITP del 3,5%.

Si eres mayor de 35 años y la vivienda que has adquirido será destinada a vivienda habitual, podrás acceder a una reducción que establecerá dicho impuesto en un 6%, siempre que el precio de compra no supere los 150.000 euros.

En ocasiones, el impuesto de transmisiones patrimoniales puede suponer una carga adicional importante para el comprador, ya que se suma al precio de la vivienda y a otros gastos asociados a la transacción, como pueden ser los honorarios del notario o de la agencia inmobiliaria. Por tanto, es importante tener en cuenta este impuesto a la hora de calcular el coste total de la operación.