Un AFO, en el ámbito inmobiliario, se refiere a una "Actividad de Fomento de Ocupación". Se utiliza por lo general, para una vivienda ubicada en suelo rústico. Los AFOs se regulan a través de normativas locales y pueden variar según la legislación de cada lugar.

En cuanto a los requisitos para un AFO, generalmente se establecen normativas específicas por parte de las autoridades locales y autonómicas. Estos requisitos pueden incluir aspectos como la antigüedad de la construcción, el cumplimiento de ciertas condiciones de habitabilidad y salubridad, la ubicación de la vivienda y el cumplimiento de ciertos estándares de seguridad, entre otros. Es importante consultar con las autoridades competentes y expertos en la materia para obtener información detallada sobre los requisitos específicos en su área de interés.

Tan importante como saber qué es un AFO es saber quién debe firmarlo. En el documento deben figurar las firmas del promotor o dueño de la obra, la del constructor, y es altamente recomendable que también figure la de la dirección facultativa de la obra para la posterior revisión. 

Para que este documento de fin de obra tenga total validez debe ser visado por el colegio de arquitectos que le corresponda, que también debe visar el certificado de eficiencia energética del inmueble para que este pueda ponerse en venta o alquilarse con posterioridad. 

¿Por qué el Acta de fin de obra es tan  importante?

No cabe duda que el AFO o documento de fin de obra es un documento esencial al marcar el inicio de los plazos de garantía y reparación de un edificio de nueva construcción. Algo que, sin duda, los nuevos propietarios agradecerán tener en el momento de estrenar su vivienda de obra nueva tal y como señala la Ley de Ordenación de la Edificación. 

Si esta firma y entrega del documento es sin reserva supone que la edificación en cuestión ha sido construida y entregada sin vicios ni defectos, tal y como se estableció en el contrato de obra. En estos casos la garantía que establece el AFO comienza en el mismo momento en que esta se firma.

Sin embargo, si el documento de fin de obra se entrega con reservas, el plazo de la garantía comenzaría en el momento en que se subsanaran o repararan los vicios ocultos o defectos que se recogen en el acta. Tal y como aparecen reflejados en la Ley de Ordenación de la Edificación los plazos serían los siguientes:

1 año por daños derivados de una ejecución deficiente, también llamados defectos de acabado.
3 años por vicios o defectos que afecten a la habitabilidad del inmueble.
10 años por los daños resultantes de los vicios o defectos que afecten a la seguridad estructural del edificio. 

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